Ante decenas de personas, Alejandra Palomera, una mujer con discapacidad, fue agredida el 14 de abril por Socorro Ortiz, futura regidora de Morena en el municipio de Tlaquepaque, y cercana a la próxima presidenta municipal, Laura Imelda Pérez.

Alejandra explicó que Socorro se acercó a ella y la aventó con sus manos, en medio de una aparente conversación, por lo que después de eso realizó una denuncia ante la Fiscalía de Jalisco.

“Se dirige conmigo y yo le contesto: ‘yo ni en el mundo te hago’, yo le dije, entonces ella se dirige conmigo y me hace con sus manos, me avienta, no tuve con quién detenerme porque estábamos sobre un camellón, se hace a un lado, ella se da la vuelta y se va manoteando (…) Me empecé a sentir mal, y yo me fui a poner mi denuncia a Fiscalía”, explicó Palomera.

Ya han pasado cinco meses desde que Alejandra presentó su denuncia ante la Fiscalía de Jalisco, pero no ha habido ningún avance.

“Me estuvieron citando, hice mi declaración, me citaron, fuimos con los agentes investigadores, ya de ahí no me han notificado, no me han dicho nada, vinieron los de UVI para Protección a mi persona”, comentó.

Alejandra lamentó que la regidora electa que entrará en funciones en octubre no represente a las personas con discapacidad, y teme que una vez que esté a cargo haga algo en su contra.

“Tengo miedo porque de ahí se basan estas personas, tienen el poder y es cuando ella sabe que cuando hay poder, hay muchas puertas abiertas con ellas y uno que es una persona común”, dijo.

La víctima considera que no sería suficiente con que la regidora se disculpe con ella, por lo que solicitó que se le aplique la ley.

“Yo pienso que una disculpa no, porque ella me agredió a mí y esto pudo pasar a mayores, yo quiero que esto siga procediendo, que proceda legalmente hacia su persona (…) Yo soy una persona discapacitada, disculpas no, yo no voy a arreglar el temor que siento que ella me haga algo a mi persona”, especificó.

Cabe señalar que Alejandra necesita de la ayuda de un bastón o unas muletas para poder caminar.

Una persona que empuja a otra con discapacidad podría estar demostrando una falta grave de empatía y respeto. Este tipo de comportamiento es claramente inaceptable y puede ser interpretado como un acto de agresión o bullying.

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